miércoles, 25 de enero de 2012

Eggbert, trabajador a tiempo parcial

Hola mundo.


Si habéis leído mi anterior entrada en este blog sabréis del desastre que pude liar con mi cazo, mis huevos y el ciclo de evaporación del agua, que llevé hasta su punto mas extremo.


Debido a esto he decidido contratar un trabajador a tiempo parcial. Es inmigrante, no es de aquí, que el producto nacional está por las nubes, pero a mi me vale.


El contrato es sencillo, primero porque es verbal, espero que las palabras se las lleve el viento y no se empeñe el tío este en poner una reclamación en lo de laboral. Segundo porque, para lo que va a hacer el jodío, tampoco creo que tengamos que meternos en esas zarandajas ¿no?


Total, que el figura se llama Eggbert. Me pareció un nombre raro desde el principio, que mira que no habrá nombres bonicos en el santoral sin tener que irse por estos andurriales, pero se ve que su señora madre estaba inspirada cuando fue al registro civil, y lo crucificó con semejante condena. Yo, como buen español ya le he cambiado el nombre, por supuesto, lo he españolizado. No voy a estar diciendo egggggbert, que parece que voy a vomitar, por eso lo llamo Huevoberto. Me resulta mucho mas fácil así, de pronunciar y de recordar.


Bueno, que me he ido por las ramas... El tipo este se ha trasladado a mi casa, vive conmigo (advierto desde ya que no soy Gay, que no tengo nada en contra de esta gente y me merecen todo el respeto, pero yo no lo soy). Total, que Huevoberto vive conmigo, como he dicho, y solo tiene una función, que es la de "avisador".


Tengo una gran amiga que tiene perros (o al menos los tenía) y tiene un "paseador". Lo llama así porque es un hombre que va todos los días a su casa y le pasea los perros por un módico estipendio. Me pareció buena idea cuando me la dijo, pero como mis necesidades son otras, decidí adaptarla a lo que preciso, en este caso un "avisador"


Esa es básicamente la función de Huevoberto. El tío empieza su función cuando voy a cocinar algo y, su labor, es avisarme cuando cree que lo que tengo en el fuego ya está cocinado. Yo lo reviso, si está hecho lo quito del fuego, y si no, le doy instrucciones para que vuelva a avisarme poco después.


Parece un trabajo tonto, pero conociéndome y sabiendo de las limitaciones espacio-temporales que tiene mi memoria a corto plazo, os aseguro que me resulta totalmente imprescindible su labor y, teniendo en cuenta lo que me cuesta, alojamiento y poco mas, merece mucho la pena tenerlo conmigo. 


Nada mas, como quisiera que vosotros también lo conocieseis os pongo a continuación su foto:






MUNDOOOOOOOOOOOOOO, SED FELICES, MUYYYYYY FELICES. YO LO SOYYYYYYY

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