martes, 14 de agosto de 2012

Trabajo de chinos

Hola mundo, tengo que daros una casi gran noticia. Mi pisito, ese del que os vengo hablando desde tiempos inmemoriales, ya es habitable. No está terminado, le faltan muchísimas cosas aún, pero son pequeñas cosas y detalles que, aunque hacen bien, no son estrictamente necesarios para vivir.

Precisamente, para completar estos pequeños detalles, es donde tengo que deciros que me he vuelto un perfecto especialista en eso, el "trabajo de chinos".

Para vosotros, el trabajo de chinos supongo que será hacer alguna actividad laboral monótona, repetitiva, laaaaarga en el tiempo y pesaaaaaada en la forma. 
Pues veréis, no es mi caso. Para mi, el trabajo de chinos consiste en recorrerme varios establecimientos tipo super almacén nave industrial regentados por representantes de tan milenario país y rebuscar entre los cientos de artículos que tienen hasta encontrar los que necesito.

Sin ir mas lejos, ayer estaba buscando un enchufe con mando a distancia... ¿que para que cojona quiero eso? Jo, pues está claro, para el reposo del guerrero. Es que pretendo encender y apagar las luces de mi salón sin levantarme de mi sillón, y como ayer terminé de instalar las lámparas correspondientes necesitaba semejante artilugio tecnológico para finalizar el trabajo.

Total, que allí que me fui al chino número uno. En el chino primo (o primero) busqué el cacharrete con ahínco y tesón, pero tras un ratito de correr estantes y estanterías mirando tonterías no lo encontré.
Pues nada, como soy de natural cabezón marché al chino número 2. Tras rato de recorrerme el latifundio ese... "EUREKA" ¡¡¡Lo encontré!!! Encontré el cacharro pero, aunque era lo que quería, no respondía a las características físicas requeridas, es decir, era mas feo que pegarle a una mujer.
¡¡¡No hay dos sin tres!!! me dije, así que me fui a un tercer chino donde no encontré nada similar...
¡¡¡No hay tres sin cuatro!!! me dije, así que me fui a un cuarto chino donde no encontré nada similar... (esto me suena)
¡¡¡No hay cuatro sin cinco!!! me dije.... pero resultó que se me habían acabado los chinos próximos, así que me fui al ultra-mega-macro chino que hay en espacio mediterráneo. 
Al llegar miré si alquilaban carritos de esos eléctricos para recorrer todas las estanterías que tienen, pero no habían previsto nada al respecto (recomiendo desde aquí al propietario que lo piense, que yo creo que tendría éxito). Como no encontraba lo buscado paré a uno de los chinos, que parecía necesitar un laxante por la cara de estreñido que tenía y, tras explicarle lo que quería y verlo asentir... "chi, chi, chi", le pregunté donde había, a lo que me contestó... "chi", de lo que deduje que una piedra sería mas comprensiva que el semoviente ese. Lo despaché con un "gracias x nada" (por cierto, me volvió a decir "chi") y me resigné a buscar sin ayuda el cacharro.
Pues nada, tras gastar una parte importante de lo que me resta de vida recorriendo el establecimiento... ¡¡¡Allí estaba, enchufe con mando a distancia!!!, y con un mando mas discreto y bonito que el del chino número 2. 
Esto de ser pobre me está volviendo un especialista en rebuscar en los chinos.

Volví a mi casa, finalicé la instalación y, encima, funcionaba a la perfección, así que en las oscuras y frías tardes invernales no tendré que levantarme de mi sillón preferido ni para encender las luces. ¡¡¡TOMA YA!!!

MUNDOOOOO, SI OS FALTA ALGO QUE OS HAGA FELICES BUSCADLO Y NO OS DEIS POR VENCIDOS. YO SOY FELIZ, Y LO SEGUIRÉ SIENDOOOOOOO


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