jueves, 23 de abril de 2015

Fiesta de disfraces

Hola Mundo. 

Uno va cumpliendo años, y con ese cumplir va viendo la necesidad de cambiar algunas cosas en su vida, y una de ellas es la actividad física. 

Si, actividad física. Los que me conozcáis sabréis que mi vida al respecto ha sido siempre reposada, intentando alejarme de cualquier tipo de sobrecalentamiento cada vez que he podido. 

No obstante, como digo, el paso de los años ha convertido en necesidad lo que antes veía como necedad, así que hace tiempo me decidí a cultivar mi cuerpo a falta de poder cultivar mi cuenta corriente.

Hice una selección de "posibles candidatos", y me di cuenta de cuanto ha evolucionado el tema. Para empezar porque ahora no te enganchas unos pantalones de chandall, una camiseta vieja y unos tenis cualquiera para salir a correr. No, hoy día te tienes que "disfrazar" del deporte que vas a, supuestamente, practicar. 

Un ejemplo... fui a donde todos (Decatlón, claro) a comprar unos tenis para correr y me dice el pavo... ¿es usted pronador o supinador?
¡Leches!, no le solté una hostia porque era el doble grande que yo, pero aún sin entender lo que me acababa de decir me pareció un insulto gordísimo.

Total, que tras sacarme ese peazo armario ropero 2x2m. de mi error le dije yo que, básicamente, usaba los dos pies para correr, como buena parte del mundo, aunque en mi vida había desaprovechado esa capacidad cada vez que había podido.

Pues nada, pasé de correr, así que me dije... "NADAR", eso es sencillo... un bañador y punto...

Y ahí que me compré un bañador.... ¡y una mierda!, que resulta que cuando vas a nadar así, en plan machote, hay que ponerse un gorrito que te quita gran parte de la hombría, así que allí me tenéis, comprando un gorrito pal nene... y un albornoz, y unas zapatillas, y unas gafas de esas que solo sirven para ver, no para respirar....

Y llevo así, haciendo como que nado, dos o tres años, pero no de continuo claro, temporada sí - temporada no, que tampoco es cuestión de escoñarse.

Total, que ayer estaba yo disimulando mi media hora de natación (lo que me da tiempo entre que dejo a mi hija en inglés y vuelvo a recogerla) y aparece un pavo con un carrito del helado y empieza a sacar... (el bañador y el albornoz lo llevaba puesto)

1.- Gafas de nadar ultra-aero-mixted-indi-fordicantes (para disminuir el roce del agua)
2.- Aletas (como las de bucear pero más pequeñas)
3.- Aletitas (más pequeñas que las aletas. Me quedé esperando que sacase aletetitas, pero después caí que eso es otra cosa)
4.- Snorkel de frente (sale de la boca, pasa por la nariz y entre los ojos y, cual rinoceronte acuático, queda como un cuerno fuera del agua al nadar)
5.- Manoplas. Las he llamado así porque no sé como coño definir unos cachos de plástico que se puso el pavo en las manos y se le quedaron como ancas de rana.
6.- Gorro de ¿nadar?... parecía de payaso por los colorines que llevaba

 Y, cuando ya pensaba que no podía haber nada más (Joder, se supone que iba a nadar, no a montar un mercadillo) va el pavo y saca un...

7.- ¡¡¡MP3/WMA Reproductor - 10m. waterproof - 4Gb - Megabasss increasing - illuminated lcd - Li-ION Battery - USB 2.0 Connection !!!

Y va y se lo implanta (eso no se pone, eso se implanta) en las orejas y, por fin, se pone a hacer eso a lo que se suponía que venía... ¡Nadar!

Sinceramente, tras semejante despliegue de medios me quedé sintiéndome ¡¡¡una auténtica mierdecilla!!!


MUNDO, SED FELICES. YO LO SOY, Y LO SEGUIRÉ SIENDOOOOOOOOOO

domingo, 19 de abril de 2015

Maldita faldita

Hola mundo.

Hoy os quiero hablar de un invento infernal. Hoy voy a hablar de la falda de tablas.




Una vez que Dios se lo curró durante seis días para crear el mundo tal y como lo conocemos, se tomó el domingo de fiestuki para descansar, y ahí fue donde la cagó, porque el diablo, siempre atento a sus distracciones, dijo.... ¿qué puedo hacer yo para joder al barbas? ¿invento la lepra? ¿invento la peste? No, nada de eso, inventó la falda de tablas.

Una falda de tablas viene a ser a un hombre lo que unos kilos de uranio a los habitantes de Hiroshima... una mierda.

El problema de la falda de tablas es que tras lavarla hay que plancharla, y ahí es donde empieza la tortura... mi tortura al menos.

El proceso es el siguiente:

Primero busco una banqueta alta en la que sentarme. 

Después, con las manos procuro ir dando forma a los pliegues de las tablas, es decir, con una mano hago los pliegues y con la otra aguanto los ya hechos.

Mientras, levanto el pié izquierdo y, atravesándolo al otro lado de la tabla de planchar, aguanto el peso de la falda por aquel lado para que no me deshaga los pliegues.

Entonces, el pié derecho lo pongo a este lado de la tabla de la plancha, girando la rodilla y poniendo la pierna todo lo horizontal que puedo, para que lo planchado vaya cayendo sobre ella también sin arrugarse de nuevo y sin deshacer los pliegues a planchar...

Por último, agarro la plancha con los dientes, y pulsando el botón del vapor con la lengua muevo el cuello de un lado a otro procurando no mover el resto del cuerpo para no descomponer el resultado, y al terminar el pliegue de turno giro el cuello y vuelvo a dejar la plancha en su soporte para volver a empezar con el siguiente.

Creo que los dolores de espalda que vengo sufriendo de unos años acá tienen mucho que ver con la puñetera falda de tablas, ¿no pensáis como yo?

Nada más, mundo. Si un día tenéis que elegir colegio para vuestra hija, sea privado o público, procurad sobre todo que no lleve un uniforme con falda de tablas incluida. Consejo de amigo.

MUNDO, SED FELICES. YO LO SOY, Y LO SEGUIRÉ SIENDOOOOOOOO.