domingo, 25 de diciembre de 2011

De excursión

Hola mundo, hoy os tengo que contar poquita cosa... ¡¡¡He ido de excursión sin salir de casa!!!
Esta mañana me levanté temprano para lo que pretendía, es decir, a las nueve, remoloneé por mi pisito hasta las diez en que desayuné, puse una lavadora de ropa de blancolor (otro día os lo explico) y planché varias camisas, camisetas y otras puñetas que tenía pendientes desde hace una semana (ME MATA PLANCHAR).
Después me dije...¡¡¡A ponerse guapo!!!
Preparé mi ropita, puse mi estufita, abrí mi duchita (lo pongo así, como pequeñito, porque me parece que es mas entrañable y os llega mas al corazón, que conste)

Bueno, pues nada, adentro...
Agua calentita, que gusto; hay dos cosas que no soporto en la vida, la hipocresía y el agua fría (hay otras, pero así rima y queda mas chulo). ¡¡¡UNA MIERDA!!! no se podía gastar el butano en otro momento...
Tras llenar de parabienes y buenos pensamientos al santoral en pleno (esto es una ironía, no penséis que ha sido así) cierro los grifos, salgo, me seco, me albornozo (acción de poner cerrar y atar el albornoz) voy de excursión hasta la galería y me encuentro, lógicamente, con que la botella de butano tenía un peso inferior al deseable, estaba vacía. Nada, saca las bolsas del armarito (las bolsas vacías las guardo en el mismo sitio que la botella de butano de la cocina), quita la botella de la cocina y la pones en el calentador, teniendo la precaución de abrir el control de agua del calentador para que, con la botella nueva (está casi llena), no salga muy caliente.
Enciendo mi calentador y hala... a la ducha. Abro los grifos, me desalbornozo (acción de soltar el nudo, abrir y quitarse el albornoz) y p'adentro. Joerrrr, que el agua no salía suficientemente caliente y me estaba congelando, así que salgo otra vez de la ducha, me albornozo (ya sabéis lo que es) voy a la galería y le cierro el cuello al control de agua. Marcho otra vez a la ducha, me desalbornozo (eso ya sabéis también lo que es) y me arrimo a mi chorrito de agua caliente que, esta vez sí, salía calentíta... bueno, calentita al principio, caliente después y como el infierno al final.... ¡¡¡JOERRRR, QUE ME CUEZO!!! Abro el agua fría para no morir chuscarrao, se enfría todo ¡¡¡OSTIAS, QUE ME HIELO!!! cierro, abro, cierro, abro..... a la mierda. Lo cierro todo, me albornozo, marcho otra vez a rogar al calentador y a su puñetera madre que no me hagan esto, dejo el control de temperatura a mitad, vuelvo a la ducha, me desalbornozo, me meto y, mal que bién, al fin he conseguido ducharme.

¡¡¡QUIERO UN CALENTADOR ELÉCTRICO YA!!!

Nada mas mundo, hoy como en casa de mi mami.

SED FELICES, QUE YO LO SOY.

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