sábado, 24 de diciembre de 2011

Dorada x 2

Hoy me tocaba lucirme, tenía visita en casa y, pensé... "tiembla Arzac". 


Teniendo en cuenta que: 


esta noche es noche buena y mañana navidad, 
y cenaremos cosas que engordan una barbaridad, 


me dije a mi mismo....

Menú del día:

1.- "Ensalada de pobre"
2.- "Dorada a la sal doble"
3.- "Diapiña"
Y como mucho, después, algo dulce, pero poquita cosa que anoche con los dos capítulos de Californication cayó una bolsa-saco de pipas y tengo la barriga así así.

Bueno, de la ensalada de pobre poco que comentar, pepino, tomate, caballa (lo siento por los que sean de atún, pero a mi el pescado me gusta que tenga nombre de género femenino), alcaparras, aceitunas, toquecito de vinagre, esturreaíto de sal, baño de aceite, pelín de pimienta y a remover como un poseso o poseido.

Luego vinieron las doradas a la sal doble. ¿y como son unas doradas a la sal doble? os preguntaréis (es una pregunta retórica, no espero respuesta por vuestra parte, a continuación lo comento, lo digo para que no estrujéis vuestra masa gris buscando una respuestas a mi pregunta que va a resultar ser innecesaria)...
Bueno, pues unas doradas a la sal doble se hacen de la siguiente forma:
Se cogen DOS bolsas de sal gorda (no, la del lavavajillas no sirve, si no tenéis sal vais al super y la compráis)
En una bandeja de horno de tamaño adecuado al de las  sparus autarus se hace una cama de sal gorda, se depositan las DOS susodichas sparus autarus de forma que, aunque duerman juntas, no se toquen, y se cubren con el resto de sal de las DOS bolsas.
Bueno, pues se precalienta el horno a DOScientos grados un ratito y, cuando veamos que, si metemos la mano, se nos asa, quiere decir que ya podemos meter la bandeja.
Una vez metida tenemos que dejarla veinte minutos, si, veinte, ese número compuesto por un DOS y un cero. 
Cuando ya ha transcurrido el tiempo indicado saca uno las doradas, descascarilla la sal y las echa en DOS platos, las lleva a la mesa y, si fuese otro, seguro que se las comería, pero claro, eso era demasiado bonito para ser verdad, recordad que hablamos de MI casa, la de los electrodomésticos asesinos. 

Total, que le meto mano a la sparus de mi plato y, tras levantar pelín la piel de un lado digo a mi acompañante... ¿te gusta el sushi?
Tras acordar en cónclave que no hemos probado nunca el sushi pero que aquello, 
decididamente, no era sushi, me digo.... "de ahogados al río".
He hecho hueco nuevamente en la bandeja del horno, he vuelto a acostar mis DOS sparus, las he vuelto a cubrir con la sal ya usada y.... p'al horno de nuevo. Así que mis queridas doradas han pasado por el horno DOS veces.
Pues tras tenerlas un ratillo cuya extensión en el tiempo desconozco pero que no me extrañaría que hubiese sido de doce minutos (si, ya sabéis, un uno y un DOS) las he sacado y.... encima, estaban buenísimas.

Pues nada, así se hace la dorada a la sal doble.

Para terminar hemos comido la "diapiña" que viene a ser una piña comprada en el  supermercado DIA y que estaba bastante buena.

Total, bien de comida, bien de bebida (se me olvidó mencionar que abrí una botellita de vino blanco de rueda que estaba muy potable) y un par de bomboncitos para rematar la faena.

Me lo he pasado pipa, pero un consejo... ¡¡¡NO INTENTÉIS HACER LA DORADA A LA SAL DOBLE!!! Solo la podemos hacer los cocineros experimentados.

MUNDOOOOOO VOY A CENAR CON MI FAMILIA... SED FELICES Y FELIZ NAVIDAD.

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