viernes, 24 de enero de 2014

Disertación lingüística

Hola mundo.

Hoy me he despertado inventor, pero como estoy pelín agarrotado (cosas de los viernes) no me quería molestar mucho y he tirado por lo fácil, así que he inventado una palabra.

Tras mucho pensar he inventado la palabra "sexofonista".

¿Y qué es un "sexofonista"?

Si aplicamos la lógica deductiva, teniendo en cuenta que un saxofonista es una persona que toca el saxofón, un sexofonista sería, como es normal, una persona que toca el sexo, es decir, los huevos. Podríamos decir por tanto que un sexofonista es un tocapelotas.

Peeeero, pensando pensando, he visto que un saxofonista también podría ser una persona que sopla un saxofón, por tanto y volviendo a la lógica deductiva, un sexofonista podría ser una persona que sopla el sexo, es decir, un soplapollas

Estaba indeciso sobre cual debía ser la definición correcta a mi nuevo palabro, pero finalmente he optado por la unidad, así que en vez de quedarme con una u otra las he unido y he decidido que un sexofonista es un soplapollas tocapelotas.

Me he quedado mirando mi nuevo palabro y sus definiciones y he observado entonces con consternación que mi palabra era inútil, que ya tenía nuestro querido lenguaje castellano una palabra que correspondía a la definición de soplapollas tocapelotas, y es la de POLÍTICO.

Mi gozo en un pozo.

MUNDOOOOO, SED FELICES. YO LO SOY, Y LO SEGUIRÉ SIENDOOOOOOOOOO

2 comentarios:

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