miércoles, 27 de marzo de 2013

De profesión fontanero

Hola mundo.

Hoy seré breve.

Andaba yo por la calle con mi hija y me dice...

¿Papa y tú donde vas a arreglar tuberías?

Uno es manitas, sabe hacer un poco de todo y mucho de nada, pero la fontanería no es uno de mis oficios habituales. Me dedico a vender, instalar y reparar equipos de telecomunicaciones, así que la sorpresa ha asomado a mi rostro.

Recuperado de la perplejidad he empezado las averiguaciones de rigor. 

Tras un exhaustivo interrogatorio y, finalmente, tras consultar el diccionario niño-adultonto adultonto-niño, le he dicho...

-Averías hija, el papá arregla averías-


MUNDOOOOOOO, EN ESTA VIDA CASI TODO TIENE EXPLICACIÓN SI SE HACEN LAS PREGUNTAS ADECUADAS. SED FELICES. YO LO SOY, Y LO SEGUIRÉ SIENDOOOOOOOOOOOO

miércoles, 13 de marzo de 2013

Jíbaros

Hola mundo.

Hoy os quiero hablar de los Jíbaros.

Los Shuar, rebautizados como Jíbaros por los conquistadores españoles, son los integrantes de una tribu centroamericana. 

Los jíbaros tienen pintorescas costumbres, pero quizá la mas peculiar de ellas sea la de cortar la cabeza de los enemigos derrotados y, mediante "el proceso" adecuado, reducirla de tamaño y lucirla como trofeo, aparte de la creencia de que, así, el espíritu del muerto no perseguirá al jíbaro en cuestión para vengarse.

Y ahora, una vez aclarados quienes son los jíbaros, os voy a explicar "el proceso", es decir, el procedimiento por medio del cual consiguen que las cabezas humanas pierdan buena parte de su tamaño.

El proceso consta de tres pasos.

El primero consiste en congelar la cabeza del difunto durante varios días, hasta que queda bien fresquita y dura como una piedra.

La segunda parte del proceso es descongelar la cabeza en un microondas hasta el punto justo, el momento en que, sin llegar a cocinarla, sí queda en cambio a temperatura ambiente.

Por ultimo y para terminar, cogemos la cabeza y la metemos en la tostadora, y controlamos el calentamiento de la misma hasta un poquito después del tostado y un paso antes del quemado, momento en que apagamos la tostadora.

Cuando leí los pasos a seguir me parecieron una estupidez, aparte de poco creíbles... ¿donde cojona va a encontrar un pavo de estos un microondas o una tostadora en medio de la selva? ¿donde se los va a enchufar? ¿en el culo?
Pues nada, como me gusta verificar las informaciones he seguido "el proceso" y he de decir que ha funcionado sorprendentemente bien. Os pongo la foto de muestra, y os garantizo que antes de "el proceso" el elemento de prueba superior era, incluso, más grande que el elemento de control inferior.



¡¡¡VAYA MIERDA HE HECHO ESTA MAÑANA CON EL BOCATA DEL DESAYUNO!!!

MUNDOOOOOOO, NO OS DEJÉIS REDUCIR, OS HAGAN LO QUE OS HAGAN NO OS DEJÉIS Y SED FELICES. YO LO SOY, Y LO SEGUIRÉ SIENDOOOOOOOOOOO

miércoles, 6 de marzo de 2013

Manual de instrucciones


Hola mundo.

Os escribo por un suceso que me ha hecho ver la perentoria necesidad de explicar lo que aquí voy a explicar, valga la rebuznancia.

Resulta que estaba yo hoy en la gasolinera, esperando que el gasolinero cumpliese su función. Era ya mi turno y se dirigía a mi coche el abnegado obrero cuando una señora (o señorita, que desconozco su estado civil), de muy buen ver y mejor andar, se ha dirigido al probo operario indicándole si podía mirarle el aire a su coche.

El gasolinero, intentando no resbalar en las babas que soltaba, se ha dirigido al aireador (voy a llamarlo así) y le ha revisado los aires a la señora, que, por lo que he podido ver, los tenía muy altos, y por fin, cuando ha terminado esta labor, se ha dirigido a mi coche a llenar mi depósito.

Lo dicho, para tratar en lo posible de evitar esto he decidido escribir este...


MANUAL DE INSTRUCIONES PARA MAMAS (Soy consciente de haber escrito mamas sin acento).

Para empezar, hemos de diferenciar las piezas y partes que nos ocuparán, y que son las siguientes:

Redondeles: Son unas cosas que suelen tener los coches en cantidad de cuatro y que los separan del suelo.

Vúlvala: Son unas cosicas que tienen los redondeles y por las que les meteremos caña para inflarlos.

Gorrito pal nene: Es una cosica negra que se pone sobre la vúlvala y sirve para que no se escapen los aires si la vúlvala tiene incontinencia.

Insuflador: Es una cosa agarrá a una goma que tienen en las gasolineras y que sirve para inflar los redondeles. Esta cosa tiene varias partes, que son las siguientes:

Manubrio: Es una palanquica que lleva el insuflador y que cuando le metemos caña hace que el insuflador suelte viento por el pitorro.

Relojico: Es, como su propio nombre indica, una cosa que lleva el insuflador y que, aunque no da la hora, sí lleva una escala para medir el viento que hemos metío en el redondel.

Buja: Es una flechica negra que se mueve en el relojico y nos marca en la escala del mismo cuanta caña de aire le hemos metío al redondel

Pitorro: Es la terminación del insuflador por el que sale el viento que hay que endiñar al redondel


Pichirrín: Es un botonico pequeñico que tiene el insuflador que sirve para lo contrario que el manubrio, es decir, quitarle viento al redondel si nos hemos pasado dando al manubrio.



Instrucciones:

Primero tenemos que tener claro cuanto viento hay que endiñarle al redondel, eso lo suele poner en la tapa del depósito de gasolina del coche o en el marco de la puerta del conductor, con una pegatina que dice, según sea de grande el redondel y lo que vayamos a cargar en el coche, cuanto tenemos que poner.

Una vez aclarado esto, quitamos el gorrito pal nene de la vúlvula, le endiñamos el pitorro y empujamos fuerte pa que no se salga.

Después miramos la buja del relojico pa ver lo que marca, y si le falta viento metemos caña al manubrio un ratico corto, paramos y volvemos a comprobar lo que marca la buja. Si falta viento le pegamos otro meneo al manubrio y así hasta que le hayamos endiñao viento de mas al redondel.

Cuando nos hayamos pasado un poco de lo que tenemos que poner de viento vamos apretando poco a poco el pichirrín pa bajarle los aires al redondel, y cada vez miramos lo que marca la buja en el relojico hasta que sea el viento que queremos.

Cuando ya está bien de viento desendiñamos el pitorro de la vúlvula, volvemos a poner el insuflador en su sitio (es una manía que tienen los gasolineros, si lo dejas por ahí tirao se enfadan) y ponemos otra vez el gorrito pal nene en la vúlvula.

Nada mas, mamas del mundo, espero que esto os sirva para dejar en paz a los reponedores de gasolina.

P.D.- Si me lo hubiese pedido a mí en vez de al gasolinero, también habría babeado.


MUNDOOOOO, NO HACEN FALTA INSTRUCCIONES PARA SER FELIZ, YO LO SOY, Y LO SEGUIRÉ SIENDOOOOOOOOOOOOOOOOOOO